A veces confundo el pie izquierdo
con el derecho y tropiezo al caminar, otras confundo el sexo con un cadáver y
follo mientras mato.
De niño siempre confundía las cosas
y tiré por las escaleras a una anciana que tenía prisa por llegar abajo.
A veces confundo el brazo izquierdo con el derecho y se enredan en un cuerpo, otras confundo su sexo con mi vida y me follan mientras vivo.
De niño siempre confundí los sueños
y pensé que la puerta nunca se abría, que él nunca entraba, que las sábanas no
bailaban, que los murciélagos no venían a despertarme.
A veces confundo a las arañas con mi alma y sólo puedo tejer canciones llenas de insectos, otras confundo la voz con el silencio y no digo nada.
Del niño confuso surgió este hombre
que folla en defensa propia y ama para asesinar impunemente.