Ojos de soda en la noche jazz
No puedo salir de este pequeño síndrome:
te disuelves en el hielo y sigues creciendo
para encimar la voz en los nidos de las golondrinas despellejadas;
triste como el abanico en los días de viento…
Reincides en mis suturas, me operas una y otra vez
agrededes con tus cirugías las lágrimas que contuve en los vasos vacíos, ahora on the Rocks
no puedo sino servirme y hacerme güisqui ante tus ojos de soda…