Hay días con lluvia...
y llueven los días...
Siempre en la madriguera
con el tamaño imposible de un elefante.
Hubo un tiempo de conejos
para temblar y correr
desde y hacia la madriguera,
con el tamaño injusto de las posesiones.
Hay un dolor que se alquila
a los usureros del escaparate,
los mismos que aniquilan el dolor
con una sonrisa de dentífrico.
Hubo una lágrima salvaje
que enola quiso mostrar
y desde entonces preferimos
vivir de rodillas, a vivir...
Hay una necesidad de agarrarse
al viento, como si fueras una pluma,
porque alguien mantiene el secreto...
¡Somos el viento!
Hubo una ratonera que parecía un
palacio/
con su pedacito de queso que nos pareció un
manjar;/
en esos sueños de otros pasamos ligeros
e inexorables hacia la muerte,
con un temblor de calanda
y nuetro sexo arrugado.
Hay un reloj de muñeca que sangra.
Hay una generación que asiente.
Hubo un horario no comercial.
hubo
un
movimiento
obrero